Mártires cristianos en Irak


"Vivir la palabra de Dios significa, para nosotros, testimoniarla pagando con nuestras vidas".Es lo que el cardenal Emmanuel III Delly, Patriarca caldeo de Babilonia, dijo en su intervención en el Sínodo de Obispos al expresar su dolor por el sufrimiento de los iraquís.Los iraquís siguen siendo forzados a dejar sus casas por las condiciones adversas. Muchas familias han evacuado sus casas en Mosul en los recientes días para escapar de las matanzas, las amenazas y los bombardeos."Somos de siete a ocho familias de Mosul, hemos venido después del lamentable ataque, el asesinato de un padre y su hijo en la zona de al-Sediq. ¿Qué hemos hecho?, ¿cómo responde el gobierno a este incidente? Ha pasado ya un mes de asesinatos a cristianos y bombardeos en sus casas. ¿Qué han hecho esas familias? Se han quedado sin casa, sin comida, agua, ropa, sin provisiones y sin dinero. ¿Qué hacemos?, ¿a dónde vamos? Queremos regresar a nuestras casas".En una entrevista a h2onews en Roma, el cardenal Delly reitera su llamamiento:"Les pido cuidar Irak, no lo dejen al margen. Al día de hoy, muchos países no han mencionado a Irak y no han mostrado ningún interés al respecto. Si Irak fuera pobre ellos se habrían preocupado por él, pero visto que es rico en recursos se preocupan sólo de sus propios intereses. Como autoridad en Irak, y como iraquí, pido a los responsables de cuidar Irak y a los iraquís y estar al servicio de la humanidad, para progresar en rectitud y santidad, para que cada uno mire a los iraquíes como hermanos, y para que los iraquíes recuperen su dignidad".Respecto al diálogo interreligioso en Irak, el Patriarca dijo:"Por mucho tiempo, hemos vivido unos con otros en amor y fraternidad. El diálogo no está en las palabras. Hemos estando viviéndolo a través de la vida en común, a través de los trabajos mutuos e intereses con los hermanos musulmanes en los últimos 14 siglos. Esto es lo que el diálogo significa: Respeto la fe musulmana y el Islam respeta mi fe. La religión es para Dios y la nación es para todos".

Violencia contra los cristianos en la India



La violencia contra los cristianos por grupos fundamentalistas hindúes ha aumentado en Orissa, India. Aproximadamente 80 personas han perdido sus vidas, 4.000 casas han sido destruidas y cerca de 50.000 se han quedado sin viviendo. En las recientes semanas los ataques se han extendido de Orissa a otros estados indios. Los cristianos han sido culpados del asesinato del líder hindú, Lakhmananda Saraswati, a pesar de las fuertes evidencias que sugerían que habían sido las guerrillas maoístas. Muchas familias cristianas se han retirado a los bosques sólo con las ropas que vestían. Otros viven refugiados en campos escuálidos y han sido avisados que no van a poder regresar a sus casas a menos que renuncien a su fe y se conviertan al hinduismo. Calles han sido bloqueadas por la policía para prevenir los robos y para evitar que los cristianos escapen. Otro sacerdote católico, el Padre Bernard Digal, que fue atacado en agosto, murió en el hospital a finales de octubre. Después de la canonización de Santa Alfonsa, la primera mujer santa de India, el 12 de octubre, el Papa Benedicto XVI condenó estos ataques y pidió a "los autores de la violencia que renuncien a estos actos y se unan a sus hermanos y hermanas en la construcción de una civilización de amor".